Empiezo con mi opinión sobre tres cintas a las que pude asistir el viernes 06 de mayo.
Dir. María Novaro (Danzón, Lola, El jardín del Edén).
México.
* * (2/5).
Las buenas hierbas es una película que llega a Monterrey después de salir victoriosa en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara llevándose cuatro premios: Mejor Guión, Mejor Fotografía, Mejor Actriz y Premio del Público.
La cinta narra la historia de Lala (Ofelia Medina) y su hija Dalia (Úrsula Pruneda). Lala se dedica a la herbolaria y Dalia trabaja en una estación de radio alternativo. La madre es repentinamente diagnosticada con Alzheimer y su enfermedad avanza rápidamente hasta dejarla postrada en cama siendo una carga para Dalia, mientras esto pasa Lala intenta transmitir su conocimiento sobre las plantas a su hija.
La mera verdá... yo no veo ningún "Mejor Guión", ni me explico por que el público de Guadalajara le otorgó aquel premio.
La enfermedad de Lala -Alzherimer- deteriora su salud a una velocidad exagerada que junto con una sobreactuación de Ofelia Medina en ocasiones nos da la impresión de estar sentados frente a un personaje psicótico y completamente loco en un thriller psicológico. Durante las dos horas de película aparecen varios personajes que no le sirven para nada a la historia; la hija muerta de Blanquita (la empleada doméstica) que aparece baile y baile en vestido de quinceañera; el Gabo, un joven que Dalia recoge por ahí y se lo lleva a la cama; y un papá biológico de Dalia que es de un país chiquitito chiquitito y canta y baila. Hay otros detalles que le sobran a la historia, en especial dos: una pareja que cuando tienen ganas de música, cantan y tamborean un jarrón con la cámara tomándolos en primer plano y los sobrados comentarios izquierdistas mencionados al ahí se va y sin sentido crítico en la "Radio alternativa" donde trabaja Dalia.
El punto a favor del filme (razón de "Mejor Fotografía") son algunas bellas escenas de árboles y flores que nos relajan a ratitos durante los 120 minutos.
Asalto al cine (2011).
Dir. Iria Gómez Concheiro.
México.
* * * (3/5)
Esta película llega después de pasar por el Festival de Sundance, el Festival de San Sebastián y el Festival
Internacional de Cine de Guadalajara.
Cuenta la historia de cuatro jóvenes (Negus, Chale, Sapo y Chata) de la colonia Guerrero del Distrito Federal. Los jóvenes son echados del cine a media película por haberse colado sin pagar y después de este acontecimiento planean asaltar el cine.
La película comienza con una gran presentación en una secuencia bien lograda. Paso a paso el Negus -personaje principal- va caminando por el barrio y nos muestra toda la cultura de esa clase media en la colonia Guerrero a sus espaldas. La historia sigue en un ritmo lento revelándonos detalladamente el fuerte lazo de amistad que tienen los personajes, basado en fumar marihuana y pintar paredes al mismo tiempo que somos testigos de pequeños dramas familiares de cada personaje. Muchos detalles acertados (policías corruptos, el rap, el ciego, etc.) y buenos diálogos nos aclimatan en este mundo en el que se desarrolla el filme.
Poco después del asalto (muy buena secuencia) la historia se dispersa en pequeños dramas propios de cada personaje y se pierde un poco el sentido de la narración. Algunos minutos después llega el final... todo sigue igual.
La cinta es una crítica social sobre la falta de espacios sociales y culturales y el abandono de los jóvenes por parte del gobierno que resulta en drogadicción, robo y muerte.
Carancho (2010).
Dir. Pablo Trapero (Leonera, Nacido y criado, Mundo grúa).
Argentina.
* * * (3/5).
Película argentina dirigida por Pablo Trapero, exponente del nuevo cine argentino y protagonizada por Ricardo Darín (El secreto de sus ojos, ganadora del Óscar) y Martina Gusman (esposa del director).
Narra una historia de amor entre Sosa (Darín) y Luján (Gusman). Sosa es un abogado que acude como "carancho" (ave de rapiña) a los accidentes de tránsito para apoyar y representar a las víctimas y así obtener una indemnización, después reparte el dinero entre "La fundación", mordidas y él mismo, resultando una mínima cantidad para la víctima. Luján es médico recién graduado que trabaja en el hospital y ambulancias dando atención de primer contacto a las víctimas de accidentes automovilísticos, ahí es donde conoce a Sosa. Su relación evoluciona al momento que el vínculo de Sosa con "La fundación" se deteriora y se las ve negras.
Trapero se apega a film noir resultando en una película policial argentina de molde parecido a cintas estadounidenses como Heat y otras películas de Michael Mann.
Cuenta con un buen guión y una buena ambientación a horillas de la ciudad capital, con la mayoría de las tomas de noche, en hospitales y lugares oscuros. Los personajes de Sosa y Luján están delineados de manera opulenta. La relación que mantienen poco a poco evoluciona y se entrelazan el uno con el otro llenando sus vacíos internos. Sosa como un abierto mentiroso y Luján con una personalidad más hermética.
Es una buena películas, pero no propone nada nuevo que no se haya visto antes.
Sábado y domingo continúa la programación del Festival Ternium. Aquí el calendario.
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