viernes, 17 de junio de 2011

Cine Europeo // Cine Alemán a partir de la reunificación

Trataremos de, brevemente, hacer un caso de porqué el cine Alemán contemporáneo se ha alejado tanto del cine mas personal, político y crítico que fue el “New German Cinema” de los 70s…  como se beneficia y como se perjudica. Solo hay que recordar que el cine Europeo, en general y desde sus principios, por tener colgado en la frente el letrero de “cine de arte” rara vez resulta comercialmente exitoso fuera de las fronteras nacionales.
A partir de la reunificación Alemana (por allá de 1989), surgió una nueva generación de jóvenes cineastas que ha demostrado que la producción de filmes comercialmente viables en su propio idioma es posible. Estas cintas siguen, en gran parte, a los modelos genéricos del cine de Hollywood en lugar de a la tradicional visión Europea de cine de “arte”. Esta nueva mentalidad parece rechazar los trabajos personales y frecuentemente con actitud política del cine de la generación de directores que dominaron el cine Alemán en los 70s (grandes como Fassbinder, Herzog, Wender y compañía). Estos directores nuevos frecuentemente enfatizan más el trabajo de equipo y en su propio profesionalismo. Esto hace que el director sea “rebajado” del status de autor a meramente un técnico chingón, que sigue muy de cerca la comercialidad de su “producto”.
La respuesta de miembros pertenecientes a la industria fílmica (Alemanes en su mayoría) se divide entre los que rechazan este cambio a los comercial o mainstream, y lo consideran desfavorable comparado con los logros del New German Cinema. No solo atacan la tediosa convencionalidad de estas nuevas películas sino también a la ausencia de cualquier impulso crítico.  Los que le echan porras a estos nuevos directores, discuten y aplauden la habilidad de crear productos de entretenimiento de calidad que suenen atractivos a la audiencia domestica como también a los distribuidores trasnacionales.
Otra cosa notable es el respaldo económico entre los de antes y los de ahora. Antes los cineastas peleaban por su independencia financiera de la industria comercial y trataban de desarrollar su visión y estilo personal. En los 90s, por el contrario, se ve una tendencia a las convenciones del cine comercial y se privilegia la habilidad técnica sobre el discurso crítico.
Este cambio en el cine Alemán debe verse en el contexto de la industria fílmica actual donde estos directores trabajan. Durante la ultima década ha ocurrido una drástica transición de un modelo de producción subsidiado por el estado que era libre de ansiedad por recuperar ganancias y tener un atractivo comercial a un modelo dominado por el interés privado y la inversión redituable.
Por esto, para una realización personal, estos jóvenes directores, se ven “forzados” a empezar dirigiendo películas hechas para la televisión y después a dirigir guiones ajenos orientados a lo comercial. Pero afortunadamente siempre hay un grupo de huevudos dispuestos a romper la pauta. Directores como Tom Tykwer, que marcaron claramente la división entre cine de autor y cine comercial, que con su éxito taquillero Run Lola Run (1998), uno de las cintas Alemanas internacionalmente mas renombradas de los últimos 10 años debe ser visto, dice algunos, como en el contexto de una trayectoria produciendo cine idiosincrático y no comercial. Tykwer es fundador de la compañía de producción independiente X-Filme Creative Pool. Su objetivo es producir películas Alemanas individuales pero entretenidas que lleguen a una mayor audiencia y así ser el puente que conecte al cine popular con el cine inteligente y original. Algunos piensan que esta estrategia ha resultado redituable, debido al éxito no solo de Run Lola Run  pero también al de la mas reciente Goodbye, Lenin! (Becker, 2003).
Y he aquí el meollo del problema, este mezclar de agua y aceite (comercial y autor) resulta en algo que nomás no cuaja y, en mi parecer, termina siendo un cine convencional con tendencias mas dramáticas. Un ejemplo es la cinta del joven y renombrado director Fatih Akin, Head-On (2004). Akin es segunda generación de inmigrantes Turcos, y sus cintas tratan temas sobre la experiencia del migrante sin raíces y la promesa redentora sobre el regreso a “casa”. Su cinta Head-On, se basa en la narrativa y en el dramatismo de los personajes, una acción empuja a la otra. Esto resulta en una visceral y drástica versión de una película romántica de Hollywood. El mayor atractivo de la película son sus personajes principales, la mujer tiene un “sex-appeal” muy distintivo y el guey es rudo como la chingada, los dos pasan por drásticas transformaciones con un final y desenlace convencional pero mas exagerado. No es mala, y hasta la recomiendo para cuando no se tiene algo bueno que ver, pero prueba que el puente que une lo comercial y lo “artístico” es difícil de construir.

No hay comentarios.: